HISTORIA

En agosto de 1996, el Monseñor Javier Echevarría, Obispo Prelado del opus dei, visitó Guayaquil y planteó lo que hoy es Montepiedra con las siguientes palabras:

«Cuando veáis a las personas de la calle, a las personas más necesitadas, vosotros estáis llamados a hacer una tarea de servicio a esta gente, es verdad. No os sintáis indiferentes e id metiendo en vuestros amigos, en vuestros colegas, en las personas que tratáis, esta necesidad de llegar a todos los sitios. Yo os digo como una necesidad que pide el alma: que vosotros que tenéis medios, ayudados por la gente del Opus Dei, que no tenemos medios, os empeñéis en hacer aquí una tarea social, la que sea, que puede empezar pequeña, de asistencia a niños, de asistencia a obreros…»

Con esta meta, SEDES, la Sociedad Ecuatoriana de Desarrollo Educativo y Social, asumió su nueva misión: la creación de un espacio educativo que permita a niños y adultos salir adelante como profesionales. Junto con la contribución conjunta de la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco de Guayaquil, y grandes e importantes empresarios guayaquileños, comenzó el proyecto denominado Montepiedra.

Desde que en el 2012 se consiguió la aprobación oficial, la institución se denominó Unidad Educativa Montepiedra y empezó a ofrecer Educación Básica completa (desde 1° Año EGB a 10° año EGB) y el Bachillerato Unificado.

Montepiedra, al ser una labor personal impulsada por varios miembros del Opus Dei, confirmó desde el comienzo que todas sus actividades se desarrollan de acuerdo con los principios de la doctrina católica y con el máximo respeto hacia la libertad de las conciencias. Las actividades de formación religiosa y de atención espiritual tienen carácter voluntario y están confiadas a la Prelatura del Opus Dei.